¿Por qué algunos son capaces de afrontar adversidades o superar dificultades y ver los obstáculos de la vida de modo diferente?
¿Por qué algunos tienen una destreza especial que les accede a relacionarse bien con lo demás aunque no sean los que más sobresalen por su inteligencia?
¿Por qué algunas personas que destacan por su coeficiente intelectual y su profesión no pueden aplicar esta inteligencia en su vida privada y en el trato con los compañeros de trabajo?
El nuevo concepto que da respuesta a éste y otros interrogantes es la INTELIGENCIA EMOCIONAL, una habilidad que accede conocer y manejar nuestros propios sentimientos, aclarar o enfrentar los sentimientos de los demás, sentirnos fuertes y eficientes en la vida, asimismo crear hábitos mentales que favorezcan nuestro propia productividad y rendimiento.
Cultivar la inteligencia emocional no involucra estar continuamente contento o evitar los desazones, sino conservar la armonía: saber atravesar los malos momentos que nos destina la vida, reconocer y admitir los propios sentimientos y salir victorioso de esas situaciones sin dañar a los demás, ni dañarse uno mismo. La propagación de este concepto de "Inteligencia Emocional", pocas veces apreciado en justa medida, haría del planeta (y por ende de las organizaciones) un lugar más encantador, menos ofensivo y más motivante. No se trata de suprimir las exaltaciones, sino de guiarlas con inteligencia.
“La inteligencia emocional es dos veces más importante que las destrezas técnicas o el coeficiente intelectual para determinar el desempeño de la alta gerencia”
Se necesita valor para reconocer lo que uno siente sobre todo cuando esta reñido con el pensamiento y trata de racionalizar. Pero en este campo es donde nace el conocimiento emocional: en aprender a permanecer consciente de sus pensamientos, reconociendo al mismo tiempo la voz interior de sus sentimientos
"Cualquiera puede enojarse...eso es fácil, pero estar enojados con la persona correcta, en la intensidad correcta, en el momento correcto, por el motivo correcto y de la forma correcta...eso no es tan fácil"
En conclusión las personas emocionalmente inteligentes son realistas referente a las metas que se trazan y obtienen una armonía interna, apoyándose esencialmente en las fortalezas para disminuir las debilidades y amenazas. Son personas constructivas, es decir, son capaces de aprovechar lo que se les ofrece, superando todos las dificultades que se le presentan. Es importante destacar que no se trata reprimir el sentimiento o la emoción que no nos gusta, esto puede llevar a desajustes de la personalidad, sino de adecuar la expresión emocional al contexto o situación. La finalidad es dotar de inteligencia a la vida emocional.
fuente: Mintra
miércoles, 9 de diciembre de 2009
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